Rufo, en el VIII Congreso de Escritores de España

La salud literaria de nuestro país ha sido analizada por quiénes mejor la conocen: un total de 40 escritores que se han dado cita en León, en el VIII Congreso de Escritores de España. Nombres como José Saramago, José Luis Sampedro o Antonio Gómez Rufo han resumido en 11 sentencias un encuentro celebrado del 29 de septiembre al 4 de octubre y que ha llevado por título: ´Literatura y Pensamiento.

El VIII Congreso de Escritores de España, celebrado en León del 29 de septiembre al 4 de octubre de 2008, bajo el título de “Literatura y Pensamiento”, ha puesto de manifiesto que:


1.- La verdadera literatura nace del compromiso con uno mismo y con los demás.



2.- Los límites entre el ensayo y la novela cada vez se diluyen más en estos tiempos, por eso existe un repliegue del pensamiento, que por otra parte nunca ha sido boyante en España. De hecho, y durante siglos, el escaso pensamiento generado en España ha sido monopolio eclesiástico, por eso es difícil encontrar grandes pensadores en nuestra historia, salvo Ortega. Siempre se persiguió el pensamiento libre y de la innovación filosófica.



3.- Toda obra literaria es meditación, aunque no toda meditación se convierta en obra literaria.



4.- La vida es un cuento inacabable y los escritores estamos en la obligación de dar cuenta de lo fabulosa que es la vida.



5.- La imaginación es el arma más poderosa del ser humano y la mejor herramienta del escritor. Es posible que, sin imaginación, la realidad misma no pudiera acontecer.



6.- Cuando se escribe, se recrean los ancestros que cada autor lleva dentro, que en definitiva son los ancestros de todo ser humano. Por eso los lectores sienten frente a sus lecturas una especie de identificación.



7.- La novela negra es un género literario que se renueva permanentemente. Todo parece indicar que se aproxima un resurgimiento del género.



8.- La imposición del mercado en la creación de modas y usos literarios sólo es el reflejo de la actitud general del mercado en nuestra sociedad, pero, como toda moda, pasará y tendrá que volver los ojos a la verdadera creación literaria.



9.- La literatura no es masculina ni femenina: no sabe de género; sólo hay buena o mala literatura.



10.- Se avecina un vendaval tecnológico (internet, libro electrónico, literatura on-line…) que va a cambiar radicalmente el mundo del libro en todo el planeta. Los escritores debemos estar alerta a ese fenómeno que se está urdiendo a nuestras espaldas.



11.- La literatura es cultura; y un país que no respeta su cultura es un pueblo condenado a la barbarie y a la ignorancia



Fuente: Ibercampus.es


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Firma de La Noche del Tamarindo, en la FERIA DEL LIBRO DE MADRID

Hola a tod@s!
Me he enterado de que Rufo estará este sábado 31 de mayo en la Feria del Libro de Madrid firmando ejemplares.

Qué ganas!!

Nuri.


FERIA DEL LIBRO DE MADRID
Firma de ejemplares de “La noche del tamarindo”

Sábado, 31 de mayo:

De 12 a 14 h. CASETA 207 (Planeta)
De 18 a 20 h. CASETA 271 (Arte 9)
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El paraíso como Utopía, por Pedro Ruíz


En la actualidad el escaparate de la librería al uso está dominado por las excursiones evasivas a un pasado de rasgos estilizados, práctica de una exitosa fórmula en la llamada “novela histórica”, que no es histórica ni tiene mucho de novela. Bastante atrás queda el género de la “ciencia ficción”, reservado hoy casi para un cuidado ejercicio culto, o de culto. Poco espacio abierto queda para el narrador que quiere llegar a un público amplio en la aparentemente delgada línea del presente. Sin embargo, Antonio Gómez Rufo lo ha conseguido con La noche del tamarindo, y lo ha hecho con una sabia combinación de elementos de los dos modelos, explotando la no siempre clara voluntad en éstos de hablar de los problemas actuales a partir de una fábula imaginativa pero de ambientes reconocibles en su idealización.


El escritor madrileño los busca en el exotismo y lujo de sus ambientes y escenarios, pero en la senda de un calendario que coincide con el de su lector. De las narraciones hechas de la materia del pasado toma y aprovecha el gusto por el enredo argumental, una cierta dosis de misterio y la ramificación de sus anécdotas, sin duda, una de las claves para mantener a los lectores atrapados en las redes de la fabulación. Sustituyendo la ensoñación fantástica por una sólida documentación y unas acusadas dosis de realismo, nuestra novela comparte el papel concedido a los avances científicos en el desarrollo de su argumento, y, a mi juicio, es en esta dimensión, y en lo que en ella le acerca y le diferencia de la sci fi, donde se sitúa la esencia de su relato y, sobre todo, la particularidad de la reflexión que lo origina y lo mueve.

En el patrón imaginativo de la ciencia ficción la clave se encuentra en la construcción fabulosa o fabulada de un mundo que se impone al lector con un aire de futuro, de autopista abierta a un mundo sin fronteras, pero que en realidad encierra, tras su escenografía tecnológica, una desolada (por más latente que sea) consciencia de que es el final de los tiempos. Antes de que Fukuyama decretase el final de la historia, los Sex Pistols clamaron su desgarrado “No future”, pero ya hacía tiempo que, entre el ojo del Gran Hermano y el ordenador Hal, los más lúcidos escritores de imaginación futurista nos situaban ante un amenazante cul de sac. Como un signo de los tiempos, en el entorno de un nuevo milenarismo, el tercero, la novela del pasado y la del futuro parecían darse cita en el espacio de una de las más lúcidas y demoledoras narrativas de mediados del siglo XX, la novela negra que, desmontando el misterio, la aventura y la fantasía como elementos clave de toda narrativa, concluye con la crítica radical de todos los elementos de una sociedad ante la que sólo queda la desolada lucidez que conduce a hacer del propio desengaño la fuerza para convertir la resistencia en un motivo para continuar.

Divino o tecnológico, violento o lentamente implacable, el apocalipsis se convierte en telón de fondo de una narrativa de múltiples caras, ajena siempre al optimismo pero alejada de la claudicación, que convierte a la propia escritura en una suerte de reducto, de baluarte último para la defensa de lo específicamente humano. De casi todos estos rasgos, procedentes de la novelización histórica tendente al best sellers, de la ya consagrada novela negra o de la hoy un tanto elitista ciencia ficción, participa la última novela de Gómez Rufo, que bien podríamos caracterizar como una reescritura del Génesis en clave laica y postmoderna. Tras unos capítulos iniciales en los que el lector es arrastrado en un vórtice de sugerencias sobre claves genéricas de las que es poco a poco alejado, a su discurrir por las páginas se le impone el escenario de un presente de rasgos casi futuristas, situado en unos límites de la imaginación científica borrados por los avances de las técnicas biomédicas y el rabiosamente actual culto al cuerpo y a la vida. Tras los pasos errantes y peregrinos del personaje, surgido del naufragio, espectador de islas soñadas y habitante de una saison en enfer, la narración y la lectura desembocan en una vida que surge precisamente del largo viaje dantesco por los distintos niveles del trasmundo, incluido el infernal, que no es un lugar físico, como quiere el papa, ni son los otros, como postuló Sartre, sino que es el conocimiento de uno mismo como Kant planteó en su definición del conocimiento más radical de la filosofía; pero, en lugar del sapere aude que dio origen a la modernidad ilustrada, basada en el optimismo, la consigna que mueve al protagonista de Gómez Rufo parece ser vivere aude, un “atrévete a vivir” alimentado por las pesadillas de la modernidad pretendidamente conjuradas en el hedonismo postmoderno. De nuevo, como en el mito bíblico, nos encontramos con la dualidad del árbol de la ciencia y el de la vida, pero ahora no como antinomia, como la doble vía de una encrucijada ante la que optar, sino como un bosque de ramas intrincadas en la que el hombre puede extraviarse o encontrarse, o, dicho de otra forma, como un paraíso que puede perderse y recuperarse.

Como una empresa de recuperación se inicia la obra, en un brillante ex abrupto paradójicamente marcado por la oscuridad, un episodio nocturno que tiene algo de descenso al infierno aunque, nueva paradoja, se presenta como una ascensión, una subida que lleva a la luz de un descubrimiento, el de una luminosa obra de arte, cuyo destello se revela más tarde que en realidad sólo es producido por el dinero pactado en un contrato secreto y corrupto. Con esta manzana prohibida, engarzada en la pecaminosa cadena que origina todo el argumento, el protagonista inicia la construcción de un paraíso, que en uno de sus avatares asemeja al de las huríes prometido por Mahoma a los creyentes, un oasis en medio del desierto que es violentamente disuelto a partir de la mordedura de una serpiente, aunque no es ella la que sirve de máscara al espíritu tentador. Ángel o demonio vengador, la nueva protagonista, introduce en el acotado espacio del placer un soplo de vida, pero también de dolor y de muerte, como elementos inseparables del amor y conformadores de la única realidad en la que es posible ser plenamente humano, una realidad que puede maquillarse con la técnica derivada de la riqueza, pero ante la que sólo cabe, como acaba comprendiendo dolorosamente el protagonista, la aceptación o la lucha. O, y ésta es la puerta abierta por la novela, la aceptación de la lucha, cuyo heroísmo está menos en los grandes gestos que en el cotidiano diálogo con la realidad.

Después de sus reencarnaciones en una trinidad de identidades que no pierde rasgos míticos bajo su anécdota de falsificaciones, el protagonista, que muere y resucita en cada una de estas personalidades, ha dibujado una fábula con rasgos de alegoría. Su desarrollo está trenzado con las distintas ramas de una historia que se bifurca y se reencuentra en sinuosos meandros narrativos, episodios que van encajando como las teselas de un puzzle de variables posibilidades y que podían haber constituido otras tantas novelas. Sus matrices se encuentran integradas en un relato que es la experiencia de un Fausto fruto del capitalismo postindustrial, una novela negra donde los crímenes, la indagación policiaca y la venganza ceden protagonismo para dar paso a una soslayada pero densa historia de amor, de múltiples caras y dimensiones. Su profundo hilo narrativo se entreteje con una rocambolesca historia entre cuyas peripecias se abren grietas por las que asoman los sentimientos o las reflexiones, salpicando el discurrir de una acción cosmopolita, brillante y refinada, como el lenguaje (narrativo y estilístico) que apuesta por una apariencia de tersura y transparencia. Bajo ella, el cuidado y el oficio lo ponen al servicio de una fábula empeñada en ofrecer al lector las potencialidades de su interpretación, de una lectura con algo de lección, no tanto por un soslayado didactismo, sino por situarse en el centro de una cuestión humana, por más que sus rasgos de actualidad traten inútilmente de ocultar su profunda dimensión.

El relato maneja con destreza y discreción los elementos procedentes de un imaginario mítico, pero en una evidente clave literaria, como corresponde a nuestros tiempos de cirugía estética. Un buen ejemplo de esta manera de proceder es la singular figura de Miguel, un pistolero cultivado y edípico, que invierte el rumbo de su rol, pues acaba siendo víctima de su “padre”, algo que ya apuntaba cuando, tras aparecer con los rasgos escuderiles de Sancho, acaba descubriendo su profundiza dimensión quijotesca, alter ego de su señor, al que ofrece otra imagen de su destino. El trasfondo cervantino se acrecienta en una obra que se nos aparece como una enciclopedia compendiada del repertorio genérico, llevando al lector por los registros más variados, engastados, eso sí, a la manera de una sarta de historias o cuentos, no al modo clásico, que las englobaba en una sintaxis compleja de planos y niveles, denotadora de la fe en un orden que hoy difícilmente puede mantenerse. De ahí las dimensiones laica y postmoderna a las que antes hice referencia.

Como claro elemento de postmodernidad, la novela se presenta como un discurso híbrido y mestizo, sin un centro aparente, a la manera de un collage que multiplica la variedad de sus elementos con la dinámica de un vertiginoso ritmo narrativo, sobre todo hacia el final de la historia, cuando se llega al extremo, a las decisiones que rozan los límites de lo humano, un precipicio al que el autor asoma continuamente al lector, pero rehuyendo el juicio, al modo, aparentemente, en que el relativismo moral caracteriza los tiempos que corren. No hay, sin embargo, en esta posición no religiosa un declinar de la responsabilidad, sino todo lo contrario, pues la novela parte de una apuesta comprometida. Lo que hay es una decidida voluntad de enfrentar el problema desde la renuncia a toda trascendencia, dejando un estruendoso y humano vacío donde la religión (la surgida del Génesis, pero también todas las religiones) levanta los muros del dogma identificados con su dios. Los protagonistas actúan sin cuestionarse las consecuencias de sus actos más allá de su propia inmanencia, de los frutos que ellos mismos recogerán, con una autonomía moral muy adecuada para los tiempos que corren y que no supone, insisto, evasión ni renuncia. Todo lo contrario. Y la apuesta por la aventura de vivir que late en todas estas páginas no es la menor de las manifestaciones de la actitud del autor. Lo que ocurre es que Gómez Rufo ha sabido separar su actitud ética y el desarrollo de la novela, puesta como un espejo ante el lector, para que él mismo se enfrente a sus propias conclusiones.

Un procedimiento fundamental por el que la posición autorial se convierte en clave narrativa es el de una tendencia al despojamiento que puede resultar paradójica en una obra de apreciable profusión narrativa. Lo que ocurre es que es bien distinta la exhuberancia de la trama y de su despliegue y la esencia de la fábula que la sustenta. Los episodios de la acción que retienen el interés del lector acaban actuando no por superposición, sino por despojamiento, siguiendo una metáfora varias veces evocada en el relato y con una connotación rica en sugerencias, a partir de su reciente uso para rotular su comprometida autobiografía por un autor tan poco dado a la evasión como Güntert Grass. Las capas de la cebolla se presentan en ambos casos como un camino de ahondamiento, de despojamiento en busca de la desnudez última. Eliminando excrecencias y anécdotas o mirando a través de ellas, el lector puede tener acceso a ese núcleo profundo encerrado en toda vida como última definición de lo humano, y a ello apunta la citada metáfora como también la que sirve de título a la obra, pues algo similar representa el tropismo de esta planta que de noche repliega las hojas y las flores para dejar el perfil más nítido de sí misma, por debajo del paso de las horas y las estaciones, si no es que éstas sólo descubren su sentido en la existencia de un tronco coriáceo bajo la fugaz belleza de las flores. Así parece comprenderlo el protagonista con la experiencia de la desnudez de una vida llevada a los extremos.

Su trayectoria es la de un sujeto vital y a-moral, compulsivo buscador de placeres y enemigo feroz del tiempo y de sus huellas, al que plantea una batalla que le lleva al borde de una (auto)destrucción que tiene mucho que ver con la que está enfrentado hoy la humanidad, con su pareja carrera en pos del beneficio, funcionando como el telón de fondo de tintes apocalípticos en el que se recorta la historia. Finalmente, como le ocurre al don Juan de Zorrilla, este vividor, multimillonario y poseedor de tres vidas, se salva en un amor reconocido en la pérdida, y, a partir de ello enfrenta, ya fuera de la novela y de la mano del lector, el destino de una vida que es, a la vez, un lento declinar y un heroico enfrentamiento con el inesquivable paso del tiempo. Porque, en el tono formalmente distanciado de la novela, sí hay un gesto que tiene mucho de petición de principio y, sobre todo, de elemento de complicidad para el lector, al sustituir con discreta sutileza la vigente reivindicación del derecho a no morir por un gesto mucho más humano y comprometido, que es el reconocer, cuando la desesperación puede rondarnos, que en muchas situaciones el derecho comporta también la obligación de vivir. Y ésta es la apuesta que la novela plantea desde el lema de su portada: “A veces morir se convierte en un delito”. Como el de la lectura, el de la vida es un reto que, a partir de un texto único, cada uno debe asumir de manera singular. El único pecado es rehuirlo.

Pedro Ruiz Pérez
Catedrático de Literatura Española.
Facultad de Filosofía y Letras
Universidad de Córdoba. (España)
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Próximas citas con Gómez Rufo

Hola a todo@s! He estado ojeando la web de Rufo y veo que tiene varias citas literarias que quizás os interese conocer. Si tenéis oportunidad, os aconsejo ir a escucharle... Es todo un placer!



Un abrazo a todos
Nuria.

MADRID. 21 de abril. 20 horas. Agrupación Socialista de Moncloa-Aravaca. Conferencia-coloquio con motivo de la Semana del Libro.

* VALDEMORO (MADRID). 23 de Abril. 19 h. Conferencia-coloquio en el Día del Libro.
* CUENCA. 24 de Abril. Feria del Libro de CUENCA. Conferencia y firma de "La noche del tamarindo".

* CORDOBA. 25 de Abril. Feria del Libro de CÓRDOBA. Conferencia y firma de "La noche del tamarindo".

* GRANADA. 26 de Abril. Feria del Libro de GRANADA. (Coloquio de Gómez Rufo con el escritor Miguel Arnas y firma de "La noche del tamarindo").

* VALENCIA. 1-4 de Mayo. Feria del Libro de Valencia. Firma de "La noche del tamarindo".

* MADRID. 8 de mayo. IEM Beatriz Galindo. 12,30 h. Coloquio "Madrid y el Dos de Mayo".

* JAEN. 9 de mayo. Feria del Libro de Jaén. A las ocho de la tarde. Conferencia y firma de "La noche de tamarindo".

* MADRID. 30 de mayo-15 de junio. FERIA DEL LIBRO DE MADRID. Calendario de firmas de "La noche del tamarindo" a determinar.

* TELEMADRID. 26 de mayo, 1 h. Emisión de la entrevista al autor en el programa Negro sobre Blanco.

* CADIZ. 22 de octubre. Universidad de Cádiz. Jornadas "Arte y Crimen".

* BENAVENTE (ZAMORA). 24 de octubre. Biblioteca Municipal.





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El blog de Cecilia

Hola!!
Hoy quería reseñar un blog estupendo donde hacen una muy buena referencia a 'La noche del tamarindo'. Se llama "Cecilia en el balcón" y dice lo siguiente...

La inmortalidad, según Gómez Rufo
Dentro de treinta, de cuarenta años, Vinicio Salazar seguirá con vida y con salud, a pesar de que ya ha rebasado la sesentena. El dinero le ha servido a este magnate para comprar la inmortalidad y su laxa conciencia no le ha impedido consentir en que se utilicen en la revitalización de su anatomía sustancias u órganos adquiridos por métodos que rayan en lo delictivo.
Con su cuerpo rejuvenecido y un sinfín de placeres a su alcance, Salazar no es, sin embargo, un hombre feliz. Su hija ha muerto, derrotada por una enfermedad para la que él no pudo comprar remedio. Su segunda esposa también ha sucumbido al mal. A sus ausencias se suma al temor que siente el millonario frente a un futuro que se anuncia inclemente, doloroso para la humanidad. ¿Merecerá la pena de seguir adelante? ¿Para que vivir eternamente si los augurios son tan alarmantes?
Las preguntas de Vinicio Salazar se repiten en la mente del lector que se adentra en las páginas de La noche del Tamarindo, (Planeta, 2008). Antonio Gómez Rufo, autor de esta novela inquietante, va uniendo las piezas de un puzle múltiple, que hace temblar al protagonista. El agua se acabará en el planeta, la contaminación arrasará las ciudades y los campos, la vida de los seres humanos se convertirá en una tortura, en una lucha constante contra la adversidad, la basura, el hambre, la miseria. Los seres a los que ame Salazar se irán muriendo de vejez o de enfermedad y la soledad se cebará en sus carnes sanas. ¿Merecerá la pena sobrevivir?

El cambio climático, al que Gómez Rufo, escritor comprometido y concienciado, se refiere en su libro, no es una quimera ni un peligro remoto. Gómez Rufo se basa en documentos y testimonios fidedignos para avisarnos, mediante una historia de ficción, de lo que nos aguarda a los seres humanos si seguimos contribuyendo, con nuestra dejadez y nuestro desmedido afán de explotación, a destrozar el planeta en el que habitamos.

Pero la obra no es sólo una novela de denuncia. La noche del Tamarindo es también una novela de intriga, es un canto al amor y a las relaciones personales y es, por supuesto, un libro de evasión pues, a la par de entretiene (objetivo que la cultura nunca ha de desdeñar), le hace disfrutar al lector con su lenguaje impecable, con su léxico generoso, con sus efectos líricos, con sus descripciones ambientales.
"En los tres años que he tardado en escribir la novela, un año y medio lo dediqué a hacer una investigación previa. Para ello, conté con la ayuda de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, de la Comisión Nacional de Trasplantes, y de médicos especialistas en enfermedades curiosas. La investigación se completó con la localización de exteriores, como si fuera una película, en más de 20 ciudades que aparecen en la trama de la novela. Lugares que conocía personalmente u otras que hoy día, se conocen a través de Internet", dice el autor, en cuya página personal se pueden hallar más datos sobre su obra.

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Enhorabuena unanime

El Chat sobre "La noche del tamarindo" en El Pas ha estado muy bien! Como ya hice con el de El Mundo, os transcribo aqui la charla de Rufo con sus lectores. Aprovecho tambien para volver a poner el video de la novela...


¿Qué cuestiones plantea en "La noche del Tamarindo"?

Buenos días, Nuria. La Noche del Tamarindo es una novela del siglo XXI y por tanto tiene que reflejar el mundo que vivimos y lo que se avecina en un inmediato porvenir. Pero por mucho que cambien las cosas, los temas eternos (como el amor, el miedo y la vanidad) siguen presentes. De todo ello se trata en la novela.

Alcides
2. 18/03/2008 - 11:39h.

Antonio, ¿tu crees que el deseo de prolongrar la vida es una forma de masoquismo?

A saber... Parece un deseo humano universal, pero como nadie lo ha conseguido, no sabemos el precio. Supongo que debe de ser muy alto.

Ana
3. 18/03/2008 - 11:40h.

En la primera página de tu novela aparece E.B. ¿Puedes decirnos quién es? Enhorabuena por tu novela, me ha encantado.

Es un código; un secreto. También un homenaje. Algún día lo diré, pero todavía es prematuro. Me gusta esconder aspectos de mi intimidad.

Nacho
4. 18/03/2008 - 11:44h.

Estimado Antonio. ¿Cree que Internet y las nuevas tecnologías favorecen la lectura? ¿Qué opina de la Red en ese sentido? Un saludo.

Internet es la neohistoria, el big ben de lo venidero. Y es un mecanismo tan rápido que da vértigo. Recuerdo que cuando Rajoy dijo lo de la NIÑA, a las pocas horas ya había un blog titulado "La niña de Rajoy". Además creo que es inevitable que el libro (en el formato que hoy conocemos) desaparezca: sí, creo que va a desaparecer. Por tanto Internet es el futuro para el libro y la lectura. Creo que si ahora no ayuda mucho, en el futuro será imprescindible.

A.P.
5. 18/03/2008 - 12:06h.

¿Qué siente un escritor cuando habla con alguien que admira su obra? ¿Te gusta conocer a tus lectores o prefieres imaginarlos? Gracias por la novela y por acordarte de una poesía muy sencilla, pero exquisita de Jacques Prévert.

Charlar con los lectores es siempre positivo. Tienen a veces una opinión sobre la obra que al autor no se le había ocurrido. Cada novela es del lector que la lee. Yo aprendo mucho con ellos. Y me gusta ver su cara, su mirada. Por eso me gustan las Ferias del Libro.

Fer
6. 18/03/2008 - 12:09h.

Buenos días Antonio. He leído 'La noche del tamarindo' y he de confesar mi admiración absoluta por su valentía al plantear tan inquietantes cuestiones. De hecho, lo que me extraña es que no esté todo el país hablando de este libro. ¿Cuánto de realidad y cuánto de ficción hay en su novela? Muchas gracias y enhorabuena.

Buenos días. Gracias por su opinión. La verdad es que creo que, siendo una novela, tiene bastante de realidad. Por eso me he documentado tanto con especialistas médicos, científicos y organizaciones médicas. Creo que la Ciencia está avanzando a gran velocidad y pronto nos dará grandes sorpresas positivas. Si pagaran un poco mejor a los científicos en España y les dieran más medios, estaríamos a la cabeza en investigación. Tenemos unos científicos brillantes.

tamarindista
7. 18/03/2008 - 12:12h.

Antonio, eres uno de mis escritores favoritos. Admiro mucho tu conciencia social y que no dudes a la hora de adherirte a causas que consideras justas y solidarias. En los últimos meses he descubierto una serie de jóvenes narradores que entiendo pueden aportar aire fresco al panorama. Te hablo, por ejemplo, de José María Pérez Álvarez, Gutiérrez Solís o Carlos Peramo. ¿Qué opinión tienes de ellos? Un saludo, corro a comprar tu nuevo libro.

Necesito estar en todo lo que afecta al ser humano. Por eso soy miembro de la Alianza Mundial contra la Pobreza y os invito a todos a participar en Pobreza Cero. Es muy fácil: www.pobrezacero.org A ver si logramos entre todos alcanzar en el 2015 los Objetivos del Milenio: acabar con la pobreza extrema en el mundo.

E.B.
8. 18/03/2008 - 12:15h.

El doctor Blixen es danés. ¿Has querido recordar a Isak Dinesen? Enhorabuena por tu novela.

No se trataba de eso. Te confesaré un secreto: buscaba un nombre danés para el personaje y lo encontré en las alineaciones de la selección danesa de fútbol. De hecho, a veces, busco entre los futbolistas nombres exóticos para mis personajes. Es un truco que me funciona muy bien.

Josefina
9. 18/03/2008 - 12:19h.

Antonio, ¿por qué basarse en un millonario para la novela? ¿Le da más dramatismo?

Porque necesitaba alguien que, teniéndolo todo, comprendiera que lo verdaderamente importante no está en lo material. Por tener más cosas no somos más felices. El amor, la amistad, la salud y el tiempo no se pueden comprar. Eso es algo que el personaje, el millonario, descubre tarde. En este modelo social tendemos a confundir lo cuantitativo con lo cualitativo, por eso estamos creando una sociedad que no nos gusta y con la que no terminamos de identificarnos.

Dani_
10. 18/03/2008 - 12:22h.

Buenos días Antonio, un placer charlar contigo. ¿Te supuso algún problema de tipo ético o moral escribir La noche del Tamarindo?

Ninguno. Porque, para empezar, la moral me parece coyuntural: depende de cada momento histórico y de cada ideología. Lo que era inmoral hace 25 años hoy no lo es, y puede que vuelva a serlo dentro de otros 25. No hay que detenerse ante cuestiones morales. En cambio, los principios éticos son inmutables. En eso sí creo. Pero "La noche del tamarindo" no conculca principios éticos, sólo se pregunta sobre ellos para que cada lector dé su respuesta.

Jonás y la Ballena
11. 18/03/2008 - 12:25h.

Hola Sr. Antonio: ¿ha recibido críticas de los sectores más conservadores del estado (la Iglesia, por ejemplo), por los temas que trata en su novela? Gracias, le admiro mucho.

Sólo de un catedrático de la Universidad de Navarra que se mostró indignado porque en la novela se hace referencia a un concejal que es del Opus Dei. Ese profesor me escribió en plena crisis de rabia. ¡Qué miedo! Si eso lo hace un profesor, me explico muchas cosas de nuestro país, incluido lo que debió ser la Inquisición...

Jose
12. 18/03/2008 - 12:29h.

Hola. ¿Dónde crees que se escribe mejor, en España o en Latinoamérica?

La mejor ficción se está escribiendo en los portales web para ligar. ¡Hay que ver cómo se adornan las biografías que se usan para seducir! Y también hay una enorme creatividad literaria en los anuncios de contactos de los periódicos. Recuerdo uno que decía algo así: "Lola. 120. Cuerpazo lexatín. Ven a verme. Entrarás como un mihura y saldrás como Bambi". La verdad es que hay una nueva literatura en los SMS y en internet. Y por lo que respecta a la imaginación, puede que en Latinoamérica haya más, pero es que allí se vive en una especie de magia cotidiana.

Rumble Fish
13. 18/03/2008 - 12:31h.

¿Cómo es publicar con Planeta? ¿Qué hay que hacer para llegar hasta allí?

Como en cualquier otra editorial. La ventaja es su magnífica distribución: encuentras la novela en cualquier rincón de España. Y para publicar en Planeta sólo es necesario enviar elmanuscrito y que les parezca oportuno publicarlo. Como en cualquier otra editorial, insisto.

barros
14. 18/03/2008 - 12:36h.

En mi opinión, vinicio Salazar quiere atesorar tiempo como atesora dinero, únicamente por avaricia sin tener realmente claro para qué utilizarlo... ¿Cree usted que tiempo y dinero se aprovechan mejor por aquellos que lo sienten como bienes escasos?

Siempre queremos más de lo que tenemos. Es la insatisfacción constante del ser humano. Pero Vinicio Salazar representa algo más que la avaricia: es la ansiedad del ser humano por tenerlo todo, la falta de capacidad para disfrutar lo que tiene, persiguiendo lo que cree que le va a hacer feliz. La gente juega a la lotería en busca de soluciones mágicas para su vida cuando, si mirara a su alrededor, las encontraría en lo que ya tiene. Pero nos han dicho que hay que ser ambiciosos, aspirar a más, no conformarnos, competir. Y de esa ansiedad, los ganadores son los mismos que en un casino: la banca (llámese Banco, capital, poder, o como se quiera).

Asier
15. 18/03/2008 - 12:39h.

¿Cómo se encuentra actualmente el panorama literario para un escritor novel? ¿Cuál es la forma más factible de acceder a él: concursos literarios, conocer a alguien, o ponerse en contacto directamente con alguna editorial?

En estos momentos todo es dificilísimo. Desde encontrar un curro en que no exploten a los jóvenes hasta tener una vivienda para independizarse. La industria editorial no es una excepción a la dificultad del mundo de hoy. A mis alumnos del taller les recomiendo los concursos literarios: suelen ser caminos directos. Pero tampoco hay que escribir con ansiedad por publicar. Leer la "Carta a un joven poeta", de Rilke, es un consejo bueno para todo escritor novel.

Silvia G.
16. 18/03/2008 - 12:43h.

Hola Antoni. ¿Qué te dicen los lectores sobre 'La noche del tamarindo'? Gracias.

La verdad es que es la novela de la que más halagos he recibido. Me siento muy satisfecho, aunque con la prudencia precisa porque a un creador que se le sube algo a la cabeza se convierte en un mutilado intelectual. Y una cosa que me ha resultado muy halagadora ha sido la llamada del Presidente: no sólo me agradeció ser uno de los primeros firmantes de la Plataforma de Apoyo a Zapatero sino que me dijo que se llevaba de vacaciones La noche del tamarindo porque todo el mundo le había dicho que es una novela estupenda. Mis felicitaciones a él por el triunfo electoral y mi agradecimiento por sus palabras.

rggomez
17. 18/03/2008 - 12:48h.

Hola Antonio, en una ocasión le preguntaste a una lectora si no le había parecido la novela una historia de amor. Tras leerla por segunda vez todavía me pregunto si de verdad Salazar llega a amar a alguien; la impresión que me da a mí es que ni siquiera se ama a sí mismo. Al margen de esto, esta es de las mejores novelas y que más he disfrutado en años. Gracias por escribir como lo haces y ser como eres. Rosa.

Gracias por tus palabras. Y por lo que respecta a tu pregunta, la verdad es que yo tampoco sé si el protagonista ama a alguien, pero la verdad es que sufre. Como todo hombre, esconde su sufrimiento: nos han educado para disimular el dolor. Pero yo creo que ama rabiosamente a su hija y que se enamora de María. Creo que ahí no engaña. Porque de lo que estoy seguro es de que es una novela de amor, y, como dicen tantos lectores en sus correos electrónicos, les engancha la historia. Creo que es el secreto de una novela para ser buena: que cuente una buena historia y que la cuente bien.

Mar
18. 18/03/2008 - 12:52h.

En los primeros capítulos de la novela, ¿haces una crítica a las novelas tipo "Código da Vinci"?

La trama de la novela sigue la evolución de un ser humano, desde el nacimiento a la muerte. Por eso el primer capítulo es de intriga (nunca se sabe qué va a ser de un niño que nace) y luego hay capítulos de aventuras, amor, viajes, soledad, dudas, alegrías y decepciones. Todas las vidas siguen trayectos así y en La noche del tamarindo la acción se cuenta así, para conocer las peripecias de un personaje que nos gusta y odiamos, ante el que setimos emociones contradictorias. No critico otros libros: todos tienen mucho mérito, nos gusten o no. Escribir es muy difícil, como componer música o pintar un cuadro. A veces no valoramos el esfuerzo creador. Y un país que no adora su cultura está condenado a la ignorancia.

Pablo
19. 18/03/2008 - 12:53h.

¿Te cae bien Vinicio Salazar?

A veces sí y a veces no. Como cualquiera.

Pepa
20. 18/03/2008 - 12:54h.

Hola Antonio. ¿Quiénes son tus autores favoritos?

García Márquez por su pulritud en el lenguaje y su imaginación y Dostoievski por el tratamiento sicológico de los personajes. Bueno, y Cervantes, que escribiendo tampoco era manco.

Sara
21. 18/03/2008 - 12:57h.

¿Tienes página web o hay algún foro donde se hable de 'La noche del tamarindo?Enhorabuena porque casi todo lo que que se lee por Internet son críticas buenas.

Sí, claro. En google está todo. La verdad es que hoy casi todo está en Internet. Si Jesucristo viviera hoy, tendría un blog en el Vaticano News. Parece como si, desde que Nietszte declarara la muerte de Dios, el único dios que ha aparecido es internet. Y tal vez Sarkozy, si atendemos a lo que dice.

Eternity
22. 18/03/2008 - 13:02h.

Hola Antonio, ¿por qué crees que alguien se puede torturar tanto pensando en la eternidad si realmente no desea alcanzarla como es el caso del protagonista?

La novela trata este aspecto de la vida porque casi todo el mundo está obsesionado con el paso del tiempo. Cremas para rejuvenecer, operaciones de cirugía estética... En el primer mundo hay una verdadera obsesión por aparentar juventud (sinónimo de éxito, al parecer). La noche del tamarindo es una novela sobre lo que pasa a nuestro alrededor, y quizá a nosotros mismos. Si nos conformáramos más, la psiquiatría no sería una profesión en auge. Esa es una lección que yo aprendí escribiendo esta novela. Ojalá le sirva a alguien más.


Mensaje de despedida
Muchas gracias a todos. Me hubiera gustado tener más tiempo para contestaros a todos pero es imposible. Si tenéis alguna duda, podéis comunicaros conmigo a través de mi web www.gomezrufo.net. Será un placer conversar con todos como lo ha sido hoy. Gracias y un abrazo.

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Chat en El País


Para los que se perdieron el Chat de Gómez Rufo en El Mundo, hay una nueva oportunidad de charlar un ratito con el culpable de la fiebre Tamarindo!!
Acabo de descubrir que tiene un chat previsto el próximo martes en El País.
Se pueden enviar preguntas desde ya además de, por supuesto, poder hablar en vivo y en directo con él este próximo martes 18 de marzo, de 12h a 13h.
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Esto es lo que publica hoy el diario....


Antonio Gómez Rufo
Escritor - "La noche del Tamarindo"
Martes, 18 de Marzo de 2008 de 12:00 a 13:00

Calificado por EL PAÍS como "un clásico de la novela", el escritor madrileño charlará con los lectores sobre su último libro, "La noche del Tamarindo" (Planeta), que cuenta la historia de un millonario que fingió su propia muerte, empleando toda su fortuna y poder en la búsqueda de la prolongación de la vida más allá de lo concebible por cualquier ser humano. La novela aborda temas tan actuales como las investigaciones sobre experimentación genética, los límites legales de la ciencia, el deseo de prolongación biológica mediante la medicina de vanguardia o la destrucción de los recursos naturales. Gómez Rufo fue director del Centro Cultural de la Villa y del Aula de Cultura del Ayuntamiento de Madrid. Cuenta con una dilatada trayectoria literaria, con una treintena de publicaciones, entre las que destaca "El secreto del rey cautivo" (Premio Fernando Lara 2005).

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Chat en El Mundo

Ya podéis leer aquí el chat digital que Rufo hizo la semana pasada en Elmundo.es. No tiene desperdicio!!
Que lo disfruten!!
Besos
Nuria.
Encuentro digital con Antonio Gómez Rufo

1. Buenos dias. Quisiera conocer tu opinión, al hilo del tema de tu novela, sobre si el afán de prolongar nuestra vida no ya por medios artificiales, sino en cuanto a la longevidad se refiere, está aposentado en la creencia de que somos más importantes y necesarios como especie y como individuos de lo que realmente somos. Un abrazo, suerte, como siempre y saludos desde la estepa castellana. El mito de la eterna juventud ha dejado de ser un sueño. La cirigía estética, las cremas antienvejecimiento, la ciencia biogenética ha prolongado la vida hasta más allá de los 80 años y en pocas décadas vivirán 130 años o más. No se trata de creer que somos imprescindibles, sino de que a nadie le gusta el punto final. Es humano; siempre lo ha sido.

2. ¿Cómo valora y encaja las críticas? ¿Las lee? ¿Le influyen? Es una cosa que me intriga mucho de los creadores en general. Según se hace uno mayor, la opinión ajena tiene menos valor. En mi caso, prefiero estar seguro de que la novela que publico es exactamente la que quería escribir. Después a unos les gustará y a otros, no. Pero es importante para mi salud intelectual estar seguro de que hago un buen trabajo, que escribo una buena historia y de la mejor manera que sé. Soy muy crítico conmigo, más que cualquiera de los demás pueda serlo conmigo. Y con esta novela estoy muy satisfecho, de verdad.


3. Me encuentro en la recta final de 'La noche del tamarindo' (últimas 20 páginas) y tengo la sensación de que ya se tenía que haber acabado la historia. ¿Qué opina? ¿No se lo ha dicho algún lector más? En estas últimas páginas está la respuesta a toda la novela. Cuando la acabes, quizá cambies de opinión. Incluso se abre un cebate ético sobre la conveniencia de ese final. Te invito a que pienses sobre ello.

4. ¿Cuánto de fabulado y cuánto de cierto hay en los procedimientos médicos que describe el libro? ¿Cómo se ha documentado para ello? La ventaja de los escritores sobre los científicos es que podemos dar rienda suelta a la imaginación sin el compromiso del investigador médico. Investigué durante más de un año con la ayuda de miembros del CNIO, de la Comisión Nacional de Transplantes y de diversos especialistas. No todo lo que aparece en la novela es verdad, pero podría serlo, al menos teóricamente. Es una apoyatura imprescindible para que esta historia de amor e intriga sea verosimil. Me gustó investigar y lo pasé muy bien y muy mal escribiendo La noche del tamarindo. Una experiencia que me dejó agotado.

5. Ha escrito una novela sobre la medicina y sus avances y cómo influyen y cambian la vida de las personas... Pero la vida de los ricos al fin y al cabo... Los pobres seguimos agonizando en los hospitales de la Seguridad Social a la espera de un trasplante o de una operación que a veces llega tarde. ¿Le parece sostenible la salud pública en este país?
Por desgracia sigue existiendo una medicina para ricos y otra para pobres. Quien se lo puede pagar, vive más, en general. Y mientras, a pesar de los esfuerzos del Gobierno, la gente sigue haciendo colas a la espera de una operación. La descentralización de la Sanidad pública permite a ciertas autonomías hacer política con nuestra salud. Pero son problemas que se resolverán para la mayoría de los seres humanos, aunque también es cierto que siempre habrá quien pueda comprar un órgano en esa aberrante existencia de tráfico ilegal de órganos humanos y se curará al margen de los sistemas oficiales de salud. La Unión Europea y Amnistía Internacional están denunciando ese tráfico y la desaparición de niños y pobres en países del mundo más infradesarrollado para que lleguen órganos sanos a quienes los pagan. La moral no puede poner barreras a la Ciencia, pero los principios éticos no deben traspasarse. Ahí se debería estar más vigilante.

6. ¿Todos los lugares que aparecen descritos en la trama son reales? Me refiero, por ejemplo, al restaurante de Bogotá. Si es así debe haber viajado como un poseso... Qué envidia!!!
La novela trata de "un viaje" de uno de los hombres más ricos del mundo. Por eso visita los lugares más exclusivos y caros, lugares a los que la mayoría de los seres humanos no tenemos acceso. Pero existen, desde luego. Por desgracia, no todos he podido conocer personalmente, aunque sólo fuera por curiosidad y para describirlos mejor. Pero entre los que he podido conocer, los que me han descrito algunos amigos que tuvieron la suerte de acceder y, en pocos casos, los descubiertos a través de internet (las nuevas tecnologías ayudan bastante ahora) los parajes y lugares que se describen en la novela pueden ser un gran descubrimiento para algunos lectores. Con ello quería dar a conocer que hay espacios en nuestro mundo indecentemente caros mientras 45 millones de niños siguen muriendo al año por no tener una inyección o un tratamiento barato de pastillas. Y que la riqueza de algunos es igualmente indecente cuando 1.200 millones de personas viven con menos de un dólar diario. Son las contradicciones del modelo de mundo que hemos creado: insolidario e injusto. El restaurante de Bogotá existe, como todo lo demás que aparece en La noche del tamarindo. Puedes verlo en internet.

7. Hola Antonio. ´La noche del tamarindo´me ha parecido una historia impresionante. Yo la he leído y me parecía estar viendo una película. ¿Se la imagina en el cine? Tiene cara para Vinicio Salazar? Un beso
Demasiado cara para una producción cinematográfica, me temo. De todos modos, no pensaba en el cine a la hora de escribirla. Pero te contaré un secreto: al crear al protagonista, pensé en Sean Connery cuando tenía cincuenta años. Me gusta ese actor.

8. Buenos días señor Rufo, encantado de saludarle. Mi pregunta es, ¿hasta dónde llegan los límites la moral pone a la Ciencia? O realmente, deberíamos decir "los gobiernos"? Un saludo.
La moral es cambiante. Lo que ayer era inmoral hoy no lo es, y dentro de cincuenta años puede volver a serlo. La moral es coyuntural: responde a un momento determinado y a una ideología concreta. En cambio los primcipios éticos son inmutables. Por eso cuando los gobiernos aducen razones morales se están convirtiendo en unos hipócritas. La Ciencia no se detiene (nunca va a hacerlo) por razones morales. Toda investigación calificada de inmoral continúa de manera clandestina. Y en la clandestinidad (ilegalidad) se utilizan niños, pobres, marginados e inocentes. Si toda investigación se autorizara legalmente, se podría trabajar con cordones umbilicales, placentas, enfermos terminales que donen sus órganos y elementos así. La ética podría controlar a la Ciencia. La moral no controla, sino que prohibe. Y ningún científico, a la puerta de un hallazgo, se detiene en el umbral si puede traspasarla. Lo hará de manera legal o ilegal, es comprensible. Por eso hay que ayudarle y pagarle mejor su trabajo. El beneficio será para toda la humanidad.

9. Ya que su novela tiene tantas capas, ¿por qué no titularla la noche de la cebolla? Tampoco hay muchos tamarindos en la novela. ¿Es como el silencio de los corderos, donde no aparecen ni un solo cordero? Ya en serio, ¿qué le parece la postura de la Iglesia católica respecto a las células madres y demás avances médicos? Gracias
El tamarindo es un árbol peculiar: sus hojas se cierran en la noche y dejan a la vista el tronco, que es su realidad. Por la noche, despojados de adornos y maquillajes, nos encontramos con nosotros mismos, con nuestra verdad. Es el simil que he preferido usar para titular la novela. Y por lo que respecta a la Iglesia, hayb diferentes posturas: la oficial, que insiste enque la vida sólo puede crearla Dios (aunque acabamos de ver que en EEUU han creado artificialmente la cadena genética de un gusano, es decir, han creado vida artificial) y luego la de muchos católicos, que si les aseguran que la ciencia le va a curar un cáncer a su hijo, no participan de las doctrinas oficiales. La Iglesia (todas las religiones) siempre va por detrás de la sociedad. No es extraño que en estos aspectos también lo esté.

10. Le gustaría a usted tener la inmortalidad?
No. La inmortalidad es un seguro de soledad. Además no es posible. Hasta las pirámides de Egipto se caerán un día u otro. Nada es eterno.

11. Su vídeo colgado en Youtube tiene más de 1400 visitas. Todo un récord para una novela teniendo en cuenta la cantidad de información que circula por Internet hoy día. Qué le parece el rumbo que está tomando la información con las nuevas tecnologías? Es usted usuario habitual de blog, yotubes, y el mundo cibernético en general? Gracias. Alvaro.
Procuro estar al día. Y no es posible desconocer el mundo de la Red para comunicarse con todos los seres humanos. En breve los medios de comunicación estarán integrados en un universo fantástico de nueva tenología. Integrada lainformación con el ocio, la cultura y el entretenimiento. Desde el salón de casa, con un mando a distancia. Lo negativo de ello es que estaremos intercomunicados con todo el mundo pero ¡desde la soledad! Y yo prefiero mirar a los ojos de quien me mira. Todo lo nuevo es útil, pero, por favor, sigamos viéndonos cara a cara.

12. Buenos días Rufo. A mi me gustaría pedirle consejo. qué tiene que hacer un escritor joven y desconocido para que las editoriales le hagan caso? -Dani-
Lee "La carta a un joven poeta" de Rilke y encontrarás la rsspuesta. De verdad. Es un librito excepcional para lo que tú preguntas.

13. Soy fan de 'Los mares del miedo'. Esa novela llegó a mi vida de casualidad y me salvó de muchas cosas en el momento en que la leí. ¿Por qué esa obsesión con la vida eterna, con la trascendencia?
Es un tema eterno del ser humano. Así somos...

14. Saludos desde Roma, soy una ferviente admiradora de su obra. Por aqui el libro està entusiasmando a todo al que se lo presto, pero a todos nos asalta una pregunta: las historias de las chicas de Salazar, son invenciòn suya o bien las ha encontrado a travès de la multitud de reportajes escritos sobre la prostituciòn internacional? Muchas gracias. Morena
Son historias reales, por desgracia. Alguna vez deberíamos acabar con esa tragedia humana. Feliz estancia en Roma, Morena, TT

15. Hola Antonio. ´La noche del tamarindo´me tuvo varias noches sin apenas dormir. Quería agradecerte, en primer lugar, que hayas escritoe esta gran novela. Ha sido todo un descubrimiento. Y preguntarte por otro lado, si tienes algún proyecto en mente. Estoy ansiosa por leer lo próximo!
Un beso. (Nuria) Ando enredando con una novela policiaca. En un año o así podré terminarla.

16. Lo primero, darte la enhorabuena por tu novela. Sigo tu obra desde hace unos años y he de felicitarte por La noche del tamarindo, porque me ha tenido enganchadísimo hasta el final. A mi me gustaría "rebotarte" un dilema: "salvarías tu la vida vida de tu hijo o hija, a costa de la vida de otros niños"? Muchas gracias y enhorabuena
No sé responder. Tendría que encontrarme en esa situaci´ñon que, por supuesto, no quisiera vivir bajo ningún concepto. Gracias a ti a y a todos los demás por los halagos a mi obra. Estoy un poco azorado.

17. Cuál ha sido el mejor momento de su carrera profesional? Gracias y enhorabuena por su novela.
Este momento es estupendo. Tengo un poco de salud, lo necesario para vivir y mucha gente a la que quiero y siento que me quiere. No aspiro a más. Tampoco hay nada más importante.

18. Hola Antonio. Esta es la la primera novela tuya que leo y he de confesar que me has dejado sorprendida. No suelo leer autores españoles pero tu libro ha sido una grata sorpresa. Dónde puedo encontrar más información sobre ti y tu obra? Me recomiendas algún libro, tuyo, claro? Puedes verlo todo en www.gomezrufo.net Ahora te recomiendo "La noche del tamarindo" Es la mejor novela que he escrito en mi carrera. Y no sé si alguna vez sabré escribir algo mejor.
Despedida Siento no tener tiempo para responder las muchas preguntas que han quedado pendientes. Se echa el tiempo encima. Muchas gracias a todos por las preguntas, todas inteligentes, que me gustaría poder responder. Si quereis, en mi web podéis contactar conmigo y os la responderé personalmente. Ha sido un placer estar con vosotros. Nos encontramos en las páginas de La noche del tamarindo, donde hay muchas emociones personales y en donde me podréis conocer un poco mejor. Gracias y hasta pronto. Ha sido un placer.
Pon aquí el resto del artículo

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Últimas noticias!!

Hola internautas!


Mañana viernes Rufo estará en El Mundo en un chat para charlar con los lectores sobre 'La noche del tamarindo'. Es a la 13h, entrando en la web de El Mundo: www.elmundo.es
Es una oportunidad genial para hablar con él!
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La crítica ha calificado a Antonio Gómez Rufo como uno de los escritores más brillantes del panorama literario español. Esta tarde presentará su última novela, La noche del tamarindo (Planeta), en FNAC El Triangle de Barcelona. "

El Periódico.com
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Ayer, Rufo presentó 'La noche' en Bilbao. Hoy, toca Barcelona.
Los que tengáis oportunidad, no os lo perdáis!!



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La inmortalidad de un libro imprescindible

A parte de contar que me he leído 'La noche del tamarindo' por segunda vez ( y lo mismo hay una tercera porque he disfrutado como una enana), tengo que hacer mención a este fantástico artículo de El País sobre la novela.


" LA INMORTALIDAD, por Susana Fortes. El País"

Según los biólogos el cuerpo humano no está diseñado para durar más de 40 años. Al parecer, desde el punto de vista de la evolución no existe ninguna necesidad de vivir más allá de esa edad. O sea que muchos de ustedes, igual que yo, ya habrán rebasado el periodo de garantía como máquinas vivientes. Sin embargo, aquí estamos dispuestos a doblar la apuesta aunque el tiempo no haya servido para hacernos entender las simientes precisas de la felicidad o el dolor


La melancolía es la madre de la investigación genética. Desde la época de los alquimistas vencer al tiempo es un reto que atañe por igual a poetas y a científicos, porque el enigma de eternidad puede hallarse tanto en el interior de una molécula como dentro de un verso. La semana pasada el Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia presentó el primer proyecto de clonación terapéutica de células madre para regenerar órganos dañados por la diabetes o el parkinson, sin embargo, todavía quedan encarnizados consejeros de Sanidad empeñados en que la gente muera en la cruz. ¡Que el Dios de las urnas nos libre de la saña de los lamelas de turno!

La lucha contra reloj que libramos cada día por alargar la vida marca la agenda de los últimos avances en Biomédica. De eso precisamente trata la última novela de Antonio Gómez Rufo, un thriller de ciencia ficción con título de bolero. La noche del tamarindo plantea grandes cuestiones en un momento en que nuestro mundo se debate entre la posibilidad de prolongar la vida de las personas al tiempo que nos acercamos peligrosamente a la destrucción del planeta. El hombre siempre ha sido un ser de paradojas. Tal vez por eso el protagonista de la novela, Vinicio Salazar, es un tipo inmensamente rico y desolado que persigue la inmortalidad más por venganza que por deseo de supervivencia, en medio de una trama cosida de traiciones, crímenes, tráfico de órganos y muertos que se van quedando en el camino hacia el infierno que son los otros.

La ciencia avanza a la desesperada mientras los poetas reinventan con mimbres nuevos el sueño de la inmortalidad. "Durante las horas que compartí con los científicos mientras escribía me he dado cuenta de que la longevidad está ahí", cuenta Antonio Gómez Rufo, "nos moriremos de infelicidad, pero no de lo que nos estamos muriendo hoy". Tiene razón, pretender frenar el avance científico es como poner barreras a los astros en su procesión nocturna. Los cardenales pudieron callar a Galileo, pero no lograron impedir que la tierra girase alrededor del Sol.

Al principio del siglo XX la esperanza de vida era de 35 años, hoy es de 80. Hemos conseguido el reto científico de sumar años a la vida. Ahora solo nos falta invertir la ecuación y añadir vida a los años, como soñaba el poeta: "El ciervo en la cumbre de la montaña/ donde no hay rastro de hojas que lo orienten/ conoce la llegada del otoño/ sólo por el sonido de su propia voz". Son versos japoneses de casi mil años y en ellos uno también podría demorarse toda la eternidad. ¡Salud!

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La más bella de las novelas


A pesar de que ha pasado ya bastante tiempo desde que terminé de leer 'La noche del tamarindo', no dejo de pensar en ella y de seguir toda la información que va apareciendo sobre ella.


He querido recopilar algunas entrevistas muy interesantes de estos días porque, todas, tienen algo nuevo que aportar a mis reflexiones.

Así la define la prensa. No puedo estar más de acuerdo.

"El resultado es una novela bella literariamente, de ritmo policíaco en la cadena de sucesos, profunda como un tratado de ética y desencadenante de sentimientos de dolor o ternura como lo sería el diario de una persona querida y perdida para siempre"


Las Provincias
http://www.lasprovincias.es/valencia/20080216/cultura/vida-bastante-20080216.html

La Rioja
http://www.larioja.com/20080218/cultura/quitado-miedo-envejecer-tiempo-20080218.html

Diario Siglo XII
http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/31650

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Gómez Rufo en Valencia... y el poder de tu voz

Para los afortunados valencianos, jeje, decir que Gómez Rufo estará mañana día
13 de Febrero en Valencia presentando 'La noche del tamarindo'.

La cita es en la FNAC, me encantaría ir!!! Pero no puedo así que... si alguien va, le invito a contar aquí qué tal. Por otro lado, quiero compartir una muy interesante información del blog 'Welcome to Biblium'.



Se trata de un vídeo publicado, a su vez, por Amnistía Internacional y que creo también muy interesante difundir. "Aministía internacional: el poder de tu voz".
http://web.es.amnesty.org/elpoderdetuvoz/



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La Entrevista Tamarinda

Llegado el momento de transcribir el encuentro con Gómez Rufo me ha entrado cierto pudor. Porque, a pesar de que le pedí una cita con el objetivo de entrevistarle para el blog , fue un momento muy emotivo para mí. Pero lo prometido es deuda. Y como creo que la conversación sobre ‘La noche del tamarindo’ fue muy interesante, quiero finalmente compartirla con vosotros.

Quedamos el martes pasado por la tarde en la cafetería del Círculo de Bellas Artes. Llegué muy pronto porque estaba nerviosa y salí de casa con tiempo de sobra, que Madrid, ya se sabe... Así que me dí una vuelta por los tablones de anuncios, el hall y los escaparates de afuera. Esperé muy poco tiempo, pero creo que llegué a ver el reloj del móvil caminando hacia atrás, jeje.

Cuando Gómez Rufo llegó le reconocí enseguida. Fue puntual, hay que decirlo. Le rodeaba esa luz especial que tienen todos los famosos. No sé cómo explicarlo. Se le nota que es escritor. Tiene “pinta” de artista. Elegante.

Me acerqué a él para presentarme y nos saludamos con dos besos y nos sentamos en una mesa de la cafetería. Yo la verdad es que tenía un poco de tembleque. Estaba super nerviosa y no paraba de decir chorradas, del tiempo, que si la contaminación... yo qué sé.

Poco a poco me fuí relajando porque la verdad, con él es fácil sentirse cómoda. Es super atento, muy afable y sonríe siempre. Te dan ganas de abarazarle todo el rato, jeje.

Es diferente a la imagen típica del escritor yo creo. Me los imagino más bien gordos, calvos y con gafas. Como con pinta de profes.
Pero él no. Rufo tiene cara de actor. De galán. (anda que como lo lea...) Muy atractivo, arreglado. Tiene ojos de gato...

Y bueno, como tengo peligro si sigo por este camino, voy a pasar a lo interesante de la conversación que transcribo, más o menos, algunas de las cosas más interesantes que dijo.

P.D. Por cierto, que al final le medio pregunté si tenía novia.. pero se hizo el longuis y me quedé con la duda. jiji.

  1. ¿Qué te dice la gente que la ha leído? "Me dicen que es una novela trepidante, magnética, entretenida. Incluso me han dicho que es una maravillosa historia de acción y de pasiones. "
  2. Le pregunté qué significaba para él 'La noche del tamarindo' y me dijo que era la mejor novela de su vida (estoy de acuerdo, por cierto). "La historia que cuento es la de Vinicio Salazar, uno de los hombres más ricos del mundo, que persigue el sueño de frenar el paso del tiempo. Y lo busca en el dinero, en la medicina más moderna y en todo lo que, de manera legal o ilegal, se puede comprar. Hasta en el amor. Y sólo cuando lo tiene todo comprende que la felicidad se encuentra en uno mismo, en nuestro interior. Creo que es una gran novela de amor. Un esperanzador canto a la vida.
  3. ¿Quién te inspira?
    Tengo influencias, maestros y debilidades. Por citar alguno te diría Dostoievski y García Márquez. Y por supuesto Cervantes, porque escribiendo tampoco era manco.
  4. Esta respuesta me hace mucha gracia. Cuando le pregunté ¿Cómo empezó a escribir?, me dijo: "Empecé a escribir desde muy joven. Había una chica que me gustaba muchísimo pero, la verdad, era un poco especial. Decía no entender porque llamábamos sexo oral a una práctica en la que es materialmente imposible articular palabra. Al no admitir el sexo oral, tuve que practicarlo con ella por escrito y, eso me permitió adquirir una gran destreza manual."
  5. También le pregunté sobre todo el tema del tráfico de órganos y la medicina clandestina, que es una cosa que me tiene loca, como sabéis. "Hay desapariciones de niños para tráfico de órganos. Lo ha denunciado hasta la Unión Europea y Amnistía Internacional. Casos en Mozambique, Israel, Rumania, Colombia, Chile, Ciudad Juárez, Pakistán, Afganistán y muchos lugares más."
  6. Y entonces le dije algo como que la historia de Salazar parece de ciencia ficción... Es difícil de creer: "En España ya se hacen medio millón de intervenciones anuales de cirugía estética y, si ellas tienen obsesión por ponerse tetas y ellos por prolongarse el pito, ¿que impide al poseedor de una inmensa fortuna, tratar de ir canjeando sus viejos órganos vitales por otros juveniles que le permitan alargar progresivamente su vida de anuncio?

La verdad es que hablamos de más cosas. Estuvimos poco más de media hora porque él se tenía que ir a una cena. Aunque para mí fue una consversación muy intensa. Me aclaró muchas dudas "existenciales", digamos, que me habían surgido durante la lectura (y que no voy a contar todo, por si alguien no la ha leído aún). No sé... le ví una nueva faceta a 'La noche del tamarindo', más romántica....

En fín, que me llamen loca pero.... me quedé un poco más enamorada y tamarinda que antes.

Gracias Antonio por ese buen rato. Ojalá se pueda repetir.

Un besazo!

Nuri.

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El encuentro...

Bueno, por fín ha ocurrido... Ayer conocí a Gómez Rufo.
Estoy tan emocionada que no sé ni por dónde empezar a contar. Entrevistar al culpable de mis noches sin dormir ha sido uno de los mejores momentos de mi vida.





Le hice una entrevista que estoy transcribiendo y que luego colgaré para compartirla con vosotros porque es genial. Sus palabras están llenas de sabiduría y un toque de humor que me encanta. Os contaré todos los detalles.... Todavía me pellizco por si acaso fue un sueño.

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O Dios, o Frankenstein

Por Antonio Gómez Rufo. (El Mundo)


No es nuevo decir que una de las angustias más frecuentes de los individuos que habitan las sociedades de nuestro entorno es el miedo a envejecer. La prosperidad de las empresas dedicadas a la cirugía plástica (en España se realizaron medio millón de operaciones estéticas el pasado año) y los beneficios de la industria cosmética así lo atestiguan. Y es que los avances en la reparación de la carrocería humana han llegado a límites impensables hace tan sólo una década por lo que ya puede asegurarse que, con un poco de dinero y una buena elección del “reparador”, el aspecto exterior de los seres humanos puede mantenerse joven durante muchos años.

Ser joven es, sobre todo, un estado de ánimo. Y para conseguir esa anhelada prolongación de la juventud avanza desbocada una ciencia médica biogenética a la que se le pone demasiadas trabas. Ya se dice que, al menos teóricamente, el ser humano podría vivir ciento veinticinco años o más sin que las dificultades para alcanzar esa edad sean excesivas, pero lo verdaderamente importante no es disfrutar de un aspecto joven muchos años sino que el organismo, por dentro, no se desmorone de un modo inevitable. No en vano se puede observar que hay muchos más ancianos resignados que dichosos. El problema es cómo resolver el deterioro de la salud mental porque de lo contrario sería absurdo hacer realidad lo que en teoría es perfectamente factible.
También es verdad es que los gobiernos, en general, y los poderes económicos que manejan los hilos del mundo no se sienten entusiasmados con esa posible longevidad general. La razón es tan simple como comprensible: ningún Estado podría mantener un sistema de pensiones que cubriera a la totalidad de la población hasta edad tan provecta. Y ningún Gobierno se arriesgaría a permitir en su país una población que precisara del establecimiento masivo de alternativas de ocio, cultura, entretenimiento y trabajo específico. En definitiva: la razón para interponer trabas a ciertas investigaciones científicas e impedirlas en nombre de no se sabe qué criterios morales parece ser, como siempre, económica.
Ya se sabe que el proceso de envejecimiento del ser humano se caracteriza por cuatro elementos concretos: alteraciones en el metabolismo de la glucosa, disminución progresiva de testosterona, pérdida de masa ósea y ausencia de vitaminas antioxidantes, lo que se materializa en un quebranto de las facultades físicas. No parece que se trate de elementos tan graves como para que su corrección exija de demasiados esfuerzos. Lo que sucede es que ese proceso viene acompañado de algo más que la disminución de facultades físicas: se nutre de una progresiva disminución de las facultades psíquicas, de un decaimiento progresivo, una resignación aprendida de lo que se ve alrededor y una convicción cultural de que lo que toca es envejecer y luego morir. El aburrimiento ante el exceso de cromos repetidos, dirían algunos; por no decir que la verdad es que descubrimos desolados que soplamos con menos fuerza cuantas más son las velas que adornan nuestra tarta de cumpleaños.
Aun así no nos resignamos sino que exigimos más años de vida saludable, porque lo creemos posible. Bastaría con extender la atención reparadora del aspecto exterior del ser humano (lo que es sencillo mediante prácticas de cirugía plástica, cremas y hábitos de vida) y profundizar en el estudio de la genética molecular y celular, en la experimentación con células-madre y en la investigación de los procesos de regeneración del organismo. Ello supondría una inversión estatal en I+D que no se desea o no es posible, una decisión firme de tomarse en serio el desarrollo investigador y una voluntad política hasta ahora inexistente.
Lo más sobresaliente de este proceso antienvejecimiento tan ansiado por la población es que, hasta donde es fácil deducir, en el mundo se ha impuesto una medicina para ricos y otra para pobres. Y para los muy ricos, para esas fortunas inconmensurables que cada vez disfrutan más individuos sin nombre ni rostro, se realizan prácticas de las que lo más prudente es no hablar. Porque, ¿cómo atreverse a denunciar el dramático tráfico de órganos humanos existente? ¿Cómo especular con la permanente desaparición de niños expuesta por la Unión Europea y Amnistía Internacional, ente otros, que afecta a tantos países, desde Mozambique a India, desde Brasil a Sudáfrica, y a otros muchos lugares a los que resulta imposible señalar porque nunca quedan rastros a seguir ni pruebas que aportar? ¿Y cómo averiguar qué sucede en realidad en la trastienda de algunas clínicas privadas de cirugía estética en algún que otro país? No es posible denunciar, insisto, porque se carece de pruebas, pero el debate está abierto y nos debería hacer pensar sobre algunas cosas que están sucediendo a nuestro alrededor.
La ciencia biogenética tiene un gran futuro pero, sobre todo, un futuro hoy por hoy impensable. Se anuncian bacterias capaces de generar energía, se amenaza con saltarse la prohibición de patentar nuevos fármacos biomoleculares (de efectos que no conocemos), se especula con logros tecnológicos inimaginables hoy… Se asusta a la población insinuando que, sin controlar a los científicos, alguno podría crear artificialmente genes que conformen un virus letal utilizado como arma terrorista (para la extensión de una epidemia, por ejemplo). Pero, ¿acaso ciertos gobiernos no cuentan ya con armas químicas y biológicas capaces de arrasar una ciudad o un país entero? La Ciencia no debería ser nunca sospechosa por investigar y crear: acabamos de ver que en Estados Unidos se ha logrado crear vida artificial fabricando la cadena de ADN de una bacteria y que en Valencia se ha conseguido impulsar una clonación celular para curar enfermedades. Es verdad que los científicos pueden ser Dios o Frankenstein; pueden crear, fabricar e investigar para el bien o para el mal, como siempre se ha hecho, pero el uso que se haga de los avances científicos no será responsabilidad del investigador sino del sistema político que lo utilice.
Por lo que ya sabemos, Fausto no sería hoy un soñador, ni el Holandés Errante un vagabundo de los siete mares, ni Prometeo un patológico ambicioso; tampoco soñarían los buscadores de Eldorado, los perseguidores de la eterna juventud o los médicos medievales de las soluciones alquímicas. Ni Dorian Grey necesitaría un pacto diabólico. El futuro ya está aquí y con su perseverancia y las sorpresas que cada día nos transmiten los medios de comunicación nos insinúa que Blade Runner es cada vez menos ciencia-ficción, que La Isla en mucho más real de lo que creíamos cuando la vimos en el cine, que las novelas que describen los deseos eternos del ser humano han dejado de ser mera ficción y que la longevidad extrema es una posibilidad real para quien pueda pagársela. Otra cosa es la nueva desigualdad social entre quienes tengan que acudir al precario ambulatorio de la esquina y quien pueda pagarse Houston, Navarra o el más sofisticado de los centros privados. Pero tampoco eso sería ninguna novedad en el mundo, para qué engañarnos.
Es natural el miedo a envejecer; y comprensible la aspiración a perpetuarse y sobrevivir en las mejores condiciones físicas y mentales. La juventud vive de sueños y la vejez de recuerdos, decía George Herbert acertadamente. Así pues, ¿quién no quisiera ser siempre joven? Pero una cosa es aceptar investigaciones y descubrimientos obtenidos a través de cordones umbilicales, placentas y material orgánico humano desechable y otra muy diferente ocultar actividades científicas y médicas ilegales y denigrantes, en el probable caso de que se estén realizando. Y no es preciso referirse a la moral al tratar de estos asuntos: la moral responde a un tiempo concreto y a una ideología determinada y la Ciencia no puede detenerse ante semejante estrechez coyuntural, como nunca lo hizo. En todo caso cabe referirse a la ética, a esos principios inmutables ante los que, con frecuencia, miramos hacia otro lado. Que la ciencia transgreda es inevitable e, hipocresías aparte, al final a nadie le parecería mal si el cáncer termina venciéndose o las enfermedades cardiovasculares se convierten en cosa del pasado, como la viruela. Pero lo decente es vigilar porque si el precio a pagar es en vida de niños, en manipulación de enfermos terminales y en compra de órganos a los más pobres, sería repugnante. La indecencia nos acecha en el modelo de sociedad que hemos creado entre todos aunque, al fin y al cabo, el dinero sólo puede comprar lo que está en venta. Y algunas cosas no lo pueden estar. ¿Controlar a los científicos? No lo sé. Mejor sería pagarles más.
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Mi amor tamarindo...

Hola a tod@s!!! Hoy tengo la mejor noticia de todas. Quiero compartir con los que me habéis escrito, los seguidores, lectores (presentes y futuros) del Tamarindo algo muy importante para mí: ¡¡¡¡he quedado con Gómez Rufo!!! Os cuento...

Pues sí, como lo leéis. Resulta que no se me iba de la cabeza la idea de conocerle en persona. Y no sabía qué hacer porque no hay presentaciones en Madrid del libro ni sabía cómo encontrarle. Total, que mi amiga Ali (que siempre alimenta mis pajaritos, jeje) me sugirió que le enviara un e-mail.... Y la verdad es que nunca pensé que me fuera a contestar. Pero hoy al mediodía, he abierto mi correo y ..... ahí estaba su mensaje. Casi me da algo. Es super majo! Yo le conté un poco lo que me había pasado con su libro y le dije que me encantaría hablar con él para preguntarle tantas cosas... Que era una necesidad vital. Y me ha dicho que estará encantado de charlar conmigo.

Es que no me lo puedo ni creer!!
Ya decía Santy que es un tipo encantador, pero... tantoo
Ahora tengo que proponerle fecha y lugar... pero estoy de los nervios..!!
Me huelo otra noche más sin dormir... continúa la intriga.





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ME GUSTA pensar que mi trabajo sirve para algo.
ME ENCANTA oír hablar de cultura a una mujer mientras me mira a los ojos.
ME FASCINA la mujer inteligente que no presume de serlo.
ME DEJA FRÍO la palmadita en la espalda.
ME CALIENTA la injusticia, el insulto y la hipocresía.
ME PERTURBA el desorden.
ME ATURDE el silencio. La soledad me gusta siempre que tenga alguien cerca.
ME CONFUNDEN los que ayer cantaban La Internacional y hoy se atrincheran en su pequeñez geográfica.
ME INFUNDE miedo la vejez.
ME ATERRAN las alturas.
ME ENAMORA la vida, el presente, vivir cada instante con intensidad.
ME REPELE el olor a sardinas asadas, por un empacho de la juventud.
ME SEDUCE la noche. Es una patria para quienes aman la vida.




He encontrado estas declaraciones de Rufo en su web oficial... Me han gustado mucho sus respuestas y quería compartirla con vosotr@s.
Sigo teniendo muchas ganas de conocerle en persona... si alguien me puede decir cómo, os lo agradecería... He visto que tiene presentaciones en otras ciudades pero ninguna en Madrid. Hasta sueño con él!!

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Vídeo

He hecho este vídeo... quizás los que aún no han leído 'La noche...' se animen.
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Preguntas...

Extraigo aquí algunas declaraciones interesantes de Rufo en torno a 'La noche...'. Palabras que despiertan más preguntas.
¿Por qué no nos dicen toda la verdad?


«¿Por qué los gobiernos ponen problemas éticos al avance de la ciencia cuando en realidad la ciencia no debería tener ninguna traba, ya que ha avanzado de manera impagable, geométrica? Al principio del siglo XX la esperanza media de vida era de 35 años, ahora de 80. Los gobiernos se plantean cómo van a sostener las pensiones de los ciudadanos cuya vida media sea de 125 años. La «excusa ética» de esas trabas es económica».
***
"Sigue existiendo una Medicina para ricos y otra para pobres, no hay que olvidar que todavía se producen en el mundo despariciones de niños para tráfico de órganos. Así ha sido denunciado por la Unión Europea y por otros organismos, como Aministía Internacional. Existe un dramático tráfico de órganos humanos en el mundo, y esto hace que quien tiene dinero pueda conseguir más tiempo de vida y le hace pensar que la eterna juventud sea, cada vez más, una realidad".
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"A veces es la imaginación la que permite abrir las puertas de la Ciencia. Algunas cosas que yo he escrito en otras novelas las he visto luego en las noticias".

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"Decía Shopenhauer que “pretender la inmortalidad es soñar con la perpetuación de la locura”. Y que el hombre se empeña, sin embargo, en enmendarle la plana a la naturaleza y dominar el tiempo".
***

"La mayoría de las enfermedades actualmente mortales como el cáncer están a punto de ser curadas".






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Mi nuevo universo...

He estado cotilleando la web oficial de Gómez Rufo (http://www.gomezrufo.net/) y he encontrado unas fotos que me han encantado. Parece un hombre tan sensible... y, para qué nos vamos a engañar, me parece super atractivo, jeje.


Por otro lado, estoy intentado colgar algunas de las canciones del libro, que además de ser como una película de acción, tiene mucha música. A ver si me aclaro a ponerlas...

¿Alguien sabe dónde vive? ¿O dónde le puedo encontrar??? Si va a hacer alguna presentación o algún acto dónde pueda ir a conocerle y que me firme el libro....

Besos
Nuri.









Esta, con el director de cine Berlanga, es muy divertida.









Me pregunto si el Rey se habrá leído 'La Noche del tamarindo'. :-)












Y esta foto, con Aitana Sánchez Gijón que es una actriz que me encanta. Me ha gustado porque me parece muy tierna.















Y aquí, mi foto preferida... No digo más.





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Al fín, "el fín"

Hola a todo@s! Disculpad este breve parentesis pero es que... me estaba terminando el libro! pufff... he estado sin parar de leer y por fin lo he terminado...Ahora si que no tengo palabras...jooodeeeeer, qué pedazo de novela! En fin, si antes tenía una ligera intención de conocer a Rufo, ahora.... me he decidido a hacerlo. Tengo que conocerle!

Respecto a los comentarios... agredeceros primero la participación. Y al anónimo último, pues decirte que no tengo ninguna intención de coartar la opinión de nadie, ni mucho menos. Al contrario! Espero que este blog se convierta en el mayor foro del "tamarindo" del mundo. Sería un honor.
Y no, no había leído nada de Rufo pero tampoco es para hacerse el "araquiri", no? De hecho, estoy muy contenta de haberme topado con él y su libro. Nunca es tarde para empezar...

En fín, que invito a todo el mundo a debatir sobre 'La noche del tamarindo' desde ya!

Nuri.

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Sin dormir...

Hola a tod@s! Y bienvenid@s a mi blog!
He creado este blog porque tengo que hablar con alguien de un libro que me estoy leyendo y me tiene sin dormir. Se llama ‘La Noche del Tamarindo’, es de un tal Rufo. Yo no había leído nada suyo y, en realidad, el libro llegó a mis manos por casualidad, jeje. Bueno, la cuestión es que lo empecé a leer este finde y no puedo parar! Es increíble: lo poco que duermo sueño cosas surrealistas, con el protagonista... Yo qué sé...

La verdad es que me encantaría hablar con el Rufo este, pero no tengo ni idea de dónde empezar a buscarlo... ¿Alguien sabe algo? Necesito ayuda!


Nuri.

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